quinta-feira, 6 de outubro de 2011


El amor

Pequeña
rosa,
rosa pequeña,
a veces, 
diminuta y desnuda,
parece
que en una mano mía
cabes, 
que así voy a cerrarte
y a llevarte a mi boca,
pero 
de pronto 
mis pies tocan tus pies y mi boca tus labios,
has crecido,
suben tus hombros como dos colinas,
tus pechos se pasean por mi pecho,
mi brazo alcanza apenas a rodear la delgada
línea de luna nueva que tiene tu cintura:
en el amor como agua de mar te has desatado:
mido apenas los ojos más extensos del cielo
y me inclino a tu boca para besar la tierra.

Pablo Neruda