sábado, 3 de dezembro de 2011


Soneto LII

Cantas y a sol y a cielo con tu canto
tu voz desgrana el cereal del día,
hablan los pinos con su lengua verde:
trinan todas las aves del invierno.

El mar llena sus sótanos de pasos,
de campanas, cadenas y gemidos,
tintinean metales y utensilios,
suenan las ruedas de la caravana.

Pero sólo tu voz escucho y sube
tu voz con vuelo y precisión de flecha,
baja tu voz con gravedad de lluvia,

tu voz esparce altísimas espadas,
vuelve tu voz cargada de violetas
y luego me acompaña por el cielo.

Pablo Neruda

Um comentário:

  1. ¡¡Que silencio debe haber en los sótanos de los mares!,pero no es ese el silencio que busco, me gusta más el silencio del alma cuando se posa en las alas de un hada.
    Gracias por compartir.
    Un abrazo. Jecego

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